Tres administradoras de una cadena de moteles contaron todo lo que se hace mientras los clientes esperan... Y otras historias más.
Lucero Llanos, Guayaquil
Cuando se va la pareja, comienza el trabajo de las camareras. Foto: Lucero Llanos |
"¡Cómo se demoran!", piensa una pareja que trata de contener las caricias y la desesperación, de retrasar el volcán a punto de erupcionar.
La escena se repite a diario, en los aproximadamente 3.365 moteles que -según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos- existen en el país.
Pero, mientras los amantes luchan contra el deseo de "comerse" en la espera, del otro lado de la puerta, una, dos o hasta tres camareras (si se trata de un día muy "movido") intentan batir el récord de cuatro minutos, que es lo más rápido que les toma dejar "papelito" una habitación.
Sandra, Mariela y Jéssica lo saben. No en vano son las administradoras de más experiencia en una de las cadenas de moteles con mayor presencia en la provincia del Guayas.