lunes, 9 de diciembre de 2013

Músico mundial tocó con orquesta de jóvenes

Con una guayabera blanca, James Strauss llegó a la Plaza Cívica, ubicada en Malecón y 9 de octubre, acompañado de Gloria Gallardo, directora de turismo del Municipio de Guayaquil.
Había dormido apenas dos horas desde su arribo; sin embargo, la falta de sueño no parecía afectarle al brasileño, nacido en la ciudad de Recife, del estado de Pernambuco.
“A mí me gustan los conciertos navideños porque son eventos especiales a los que va la familia, la gente se siente joven. Es música para que la gente se sienta feliz”, comentó el flautista, con su acento carioca que nos recuerda la samba.

Ya no estaba en el Carnegie Hall de Nueva York, como dos días atrás. Soplaba una brisa fresca y los músicos de la Orquesta Sinfónica del colegio República de Francia afinaban sus instrumentos de cuerda, frente a guayaquileños y extranjeros que comenzaban a congregarse entorno a la tarima.
Antes de subir al escenario, James conversó con EXTRA acerca de cómo recibió la noticia de que tocaría en el evento de inauguración del Mundial de Fútbol 2014.
 “Es una experiencia buena. He tenido audiencias grandes, pero no una de 50 mil personas en vivo y con millones de espectadores alrededor del mundo”, manifestó el artista, mientras con sus manos expresaba la emoción con la que espera que llegue junio del próximo año.
A las 18:00, Strauss subió al escenario para interpretar junto a los adolescentes algunos de los temas del repertorio que incluía composiciones clásicas y populares referentes a la época navideña.
El brasileño repasaba sus dedos sobre su flauta de oro de 14 quilates, con la misma gracia con la que un pájaro canta. Sonidos agudos, graves,  metálicos y contundentes amenizaban la tarde que se pintaba de lila y gris mientras se acercaba la noche.
Por momentos, Strauss dejaba el escenario para escuchar con atención a los jóvenes de la orquesta, quienes impresionaron al extranjero. “Son muy talentosos, muy preparados y bastante profesionales para su edad. Definitivamente tienen actitud”, exclamó el virtuoso.
El momento más emotivo de la velada fue cuando el flautista regresó para interpretar una variación de la canción Estrellita, de Carmine Coppola, padre del cineasta Francis Ford Coppola. La partitura la obtuvo del director de cine cuando, en una visita a Brasil, Strauss se animó a decirle que la canción de su progenitor fue uno de los incentivos para decidirse por la carrera musical.
Las sorpresas llegaron casi al final. Los jóvenes de la orquesta presentaron el tema Libiamo ne` lieti calici, de la ópera La Traviatta, de Verdi, asombrando al público y a Strauss con una lucida interpretación.
Tras ello, fue el turno del público que, sin importar la afinación, cantó Cumpleaños feliz al flautista, quien cumplió 39 años. Con ese gesto y muchos aplausos, los asistentes agradecieron por este concierto de nivel internacional.

¡Cantaron como angelitos!

El público comenzaba a levantarse de sus asientos al término del concierto de Strauss, cuando se anunció otro espectáculo en la misma tarima. Era tiempo de ver a otros talentos, más jóvenes aún. Se trataba del Coro de Niños de la Universidad de Guayaquil. Bajo la batuta de Francisco Aguilera, los pequeños interpretaron conocidas melodías como Campana sobre campana, El burrito sabanero, entre otros, marcando el inicio de las actividades navideñas que se desarrollarán a lo largo del mes en nuestra ciudad.

*Texto publicado el jueves 3 de diciembre de 2013, en Diario EXTRA. Para ver el artículo original que incluye material audiovisual de clic en: http://www.extra.ec/ediciones/2013/12/03/farandula/musico--mundial-toco-con-orquesta-de-jovenes/

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